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Después de un curso judicial intenso y frenético que terminó ayer, treinta y uno de julio, toda descansar cuerpo y mente.
Volveremos a la carga en septiembre con muchas ganas y nuevos proyectos.
Algunas cuestiones han quedado pendientes de empezar a tramitarse y otras ya están en marcha pero pendientes de resolverse.
Los divorcios y rupturas siguen al alza y lo he podido comprobar últimamente. Para todas esas parejas que están en trámites de divorcio o que aún no han comenzado los trámites pero ya han tomado la decisión el parón del mes de agosto puede ser un tanto angustioso porque cada día surge un problema nuevo, una cuestión que no saben cómo resolver y están inmersos en una montaña rusa emocional. Si os puedo dar un consejo, por el bien de los menores implicados, es que pensemos primero en ellos, que meditemos bien antes de actuar de una u otra manera y que la situación familiar les afecte lo menos posible.
¡Muy buen verano a todos!
¡Nos vemos a la vuelta!
